¿El turismo le ayuda a la mariposa monarca?
Cada que promocionamos un viaje a la mariposa monarca hay una reacción particular en redes sociales. “Pobres mariposas”…“Déjalas en paz”. Es por eso que decidimos escribir algo al respecto para comunicar lo qué realmente amenaza a esta bella especie, y qué iniciativas existen para apoyarlas.
El año pasado fue la mejor temporada en 15 años para la mariposa monarca. ¡Buenas noticias! ¿Tendrá algo que ver el turismo?
La principal amenaza a estas mariposas son los pesticidas. La planta en la que pone su huevo la monarca se considera una hierba (llamada algodoncillo). En su migración pasan por lo que se conoce como el cinturón de maíz en EEUU, en dónde se producen cientos de miles de hectáreas de principalmente maíz, soya y trigo. Semillas modificadas genéticamente para aguantar los pesticidas que esparcen en avionetas de manera indiscriminada, con lo cual muere todo lo que no sea maíz, soya o trigo – entre ellos la planta que necesitan las mariposas para asegurar su descendencia.
En Estados Unidos han habido grandes campañas para plantar el algodoncillo en jardines privados, parques, espacios públicos y a lo largo de las carreteras por la ruta de la migración. En México han habido iniciativas parecidas, sin embargo, la razón por la que vuelve a migrar al norte es para encontrar en la primavera dónde dejar sus huevos. Si encontrara el algodoncillo en todas partes se podría frenar todo el proceso de la migración.
En México lo que más enpeligra a las monarcas es la desaparición de su hábitat para sobrellevar el invierno: los bosques de pino-encino (arriba de 4000 metros de altura) del Eje Neovolcánico. En las últimas décadas, la tala ilegal arrasó con grandes estrechos de bosque en el centro de México. Desde que el tema de esta especie se volvió prioridad para los tres países norteamericanos involucrados en la migración, ha habido mucho esfuerzo, incluyendo los del ejército, para frenar la tala en áreas naturales protegidas, con reconocido grado de éxito.
¿Qué puedes hacer tú?
Los muebles en los tianguis son muy bonitos, pero es tu responsabilidad indagar sobre la procedencia de la madera. No fomentemos el mercado negro que está pelando los proveedores de agua y oxígeno de nuestras montañas.
La realidad en la montañas es dura. Los pobladores o emigran a EEUU, a las ciudades a trabajar en la construcción o se dedican a la forestaría (sustentaba o ilegal). Para los miembros del ejido El Rosario (que alberga el santuario más grande) conservar el bosque se traduce en cuidar a la mariposa porque viven del turismo. Para ellos, el turismo es una realidad económica que incentiva a mantener los bosques sanos.
Alternare, A.C. es otro grupo que se ha percatado de la importancia de trabajar con las comunidades para cuidar de los bosques. Visita su centro para conocer las técnicas de agroecología y construcción que promueven en la región para cuidar el entorno. Papalotzin, un criadero de mariposas en Zitácuaro, además de ser un bonito lugar para visitar y conocer todo el ciclo de las mariposas, educa a escuelas de la región sobre la importancia de la conservación.
¿Demasiado turismo?
Existen en los destinos turísticos un concepto de capacidad de carga. Este se calcula con la huella ecológica de los turistas, las necesidades sociales y dimensiones económicas. (Aquí más al respecto). En la Biosfera de la Reserva de la Mariposa Monarca aún no se implementa esta limitante al turista, pero al respetar las reglas básicas del ejido se reduce a un mínimo el impacto.
Viaja con nosotros para inspirarte de este fenómeno increíble de la naturaleza. Enamórate de las mariposas y aprende todo lo que puedes hacer por ellas. Para ver una reseña completa de la experiencia con nosotros, revisa el post de nuestra bloguera favorita.